lunes, 22 de noviembre de 2010

Reflexiones sobre la enseñanza de la Historia


La Historia es una ciencia que se define como un relato de acontecimientos pasados dicho relato es redactado por un profesional ya sea de formación o un aficionado (que es historiador por gusto) por lo cual la elección de su tema, su problematización, la selección de las fuentes,  interpretación y narración depende de este historiador.
El carácter científico de la Historia es sumamente cuestionado por diversos motivos: el primero es su aproximación al pasado, pues esta limitada por la temática, la especialidad y la temporalidad; no es verificable  en igualdad de circunstancias con otras ciencias como la Física, Química o Biología, puesto que los procesos historiables son únicos e irrepetibles y su objetividad es cuestionada por motivos retóricos – pues al ser una narración depende de un metadiscurso que será refutado o legitimará una situación dada en el momento presente de su redacción.
Sin embargo su calidad científica ha sido defendida y aceptada en base a su calidad de veracidad, pues no se escribe una ficción  (mimesis) sino un testimonio (istor) comprobable en la confrontación y crítica de fuentes.
Aunque la calidad de las fuentes ha variado con el paso de los años, desde su carácter de verdad (Historiografía Alemana)[1] hasta ser considerada “monumento” del pasado [2]
Al principio las fuentes estuvieron restringidas a los fondos documentales y éstos a los archivos diplomáticos o políticos, mas adelante gracias a la crítica literaria se amplió hasta cubrir novelas y poemas, después obras de arte, vestigios arqueológicos hasta llegar al punto máximo en el cual la ausencia de una fuente es motivo de problematización.
La actividad del historiador es la exposición de los resultados de su investigación ya sea en libros y revistas o en la docencia.
La práctica educativa de la enseñanza de la historia ha variado desde su aparición concebida como un arte en la Antigüedad, se utilizaba para motivar a los lectores apelando a su piedad, heroísmo o patriotismo, en la Ilustración mantenía su carácter ejemplificador, pero sufrió una desmitificación a mano de los racionalistas.
Finalmente los cambios más drásticos y modernizadores ocurren hacia el tercer cuarto del siglo XIX, la cientificización de la Historia realizada por la Escuela alemana y francesa que confrontan las fuentes, las critican y hacen uso de la problematización.
El método de enseñanza preferido es la exposición del Docente (magíster dixit)  dicho método ha continuado desde tiempos inmemorables hasta momentos relativamente recientes.
El magíster dixit conoció diversos tipos de relatos (ya enunciados por Luis González) entre anticuaria, crítica y bronce. El docente adopta una o varias para su práctica, las múltiples reformas educativas modifican el propósito de la enseñanza ya fuese el ejemplo de los héroes (Justo Sierra) hasta la comprensión de los fenómenos sociales del presente. Además se agregó una perspectiva hacia el futuro.
Su enseñanza se modificó siguiendo a las Reformas aplicadas en Estados Unidos y Europa especialmente aquella realizada en Inglaterra donde se propone la utilización del método histórico en la enseñanza de la Historia. [3]
Pionero en estos cambios es el Colegio de Ciencias y Humanidades de la UNAM el cual busca la autorregulación y autogestión del alumno en su aprendizaje, El Colegio de Bachilleres en 1994 decide utilizar el constructivismo como teoría y práctica de la enseñanza – aprendizaje; por ultimo y destacando la contradicción en el Plan de Estudios de la Escuela Nacional Preparatoria se adopta el enfoque por competencias sin que se aplique en la práctica.
Esta tendencia que llamaríamos actualizada en contraparte a la antigua presenta varias cuestiones – personalmente estoy de acuerdo con el enfoque por competencias – las cuales son: ¿si su puesta en marcha elimina toda la participación docente? ¿Si se pone fin a la exposición del docente? ¿Si la aplicación del desarrollo de las habilidades del historiador forman un pensamiento crítico o por el contrario “incapacitan” al alumno?
Yo opino que la participación del docente no desaparece pero pierde protagonismo, la exposición tampoco se pierde pero es enriquecida por otras estrategias como el seminario o la mesa de debates y sobre la “incapacitación” del pensamiento crítico, me parece que existe una lectura errónea entre el concepto de Historia Crítica y el Pensamiento Crítico, uno implica un metarrelato y el otro un proceso metacognitivo.


[1] Josefina Zoraida Vázquez, Historia de la historiografía, México, Ateneo, 1978.  
[2] Jacques Le Goff, Pensar la historia: modernidad, presente, progreso, España, Paidós Ibérica, 2005.
[3] Mario Carretero y James F Voss (comps) Aprender y pensar la Historia, Buenos Aires, Amorrortu, 2004.

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